sábado, 19 de diciembre de 2015

Ayer 18 de Diciembre de 2015 me operaron de circuncisión.

Mi problema fue bastante particular y quizás no tan usual. La mayoría de los circuncidados es porque han tenido problemas de fimosis, religión, o porque sus padres se los hicieron de chico. En mi caso no fue por ninguna de estas 3 cuestiones. Mis motivos pasaban por tener un prepucio anelastico, es decir, un prepucio que, si uno lo bajaba manualmente no había problema, ni dolor, nada. Ahora bien, cuando lo soltaba, se volvía a subir y cubría el glande totalmente. Esto me trajo muchas consecuencias. La primera y principal es la de no sentir ABSOLUTAMENTE NADA al momento de la penetración, y la segunda es un grave conflicto y lucha con los preservativos que, o NO BAJABAN, o se salían con facilidad.

Se que la mayoría de ustedes no quieren leer el POR QUE de mi operación, ya deben saber que clase de problemas tienen y están esperando leer comentarios del post operatorio y de las nuevas sensaciones.

Aquí entonces, empieza mi relato:

DÍA 1

El horario de la operación me lo habían dado para las 15 de la tarde, así que alrededor de la 13:30 ya me encontraba en el hospital para realizar los tramites preparatorios. Como ya se imaginaran, ninguna operación empieza a tiempo, y fue recién a las 17 de la tarde cuando llegó mi turno.

Subí a cambiarme, oriné, salude a mi mama que me había acompañado, y me senté en la silla de ruedas que me llevo al quirófano.

El médico me había dicho que debía tener 6 hs de ayuna, pero cometí el error de tomar agua unas horas antes, motivo por el cual no pudo darme anestesia general como habíamos pactado. Me dieron como alternativa la anestesia epidural, aquella que les dan a las mujeres al momento de la cesárea.

Fue cuestión de segundos para que deje de sentir absolutamente algo de la cintura para abajo. Una sensación media extraña pero que a su vez me hizo pensar que de esta forma no me iba a doler nada.

La cirugía empezó y como cualquier persona que le están tocando ahí abajo, me empece a poner nervioso, así que el anestesista me puso algo que todavía no se qué fue, pero que me palmó totalmente. No recuerdo mas nada de lo que pasó hasta escuchar la voz del urologo que dijo: "LISTO CAMPEÓN"

La cirugía ya estaba terminada.

Se ve que esa anestesia adicional que me dieron fue muy leve, ya que una vez que escuché eso no tuve problema alguno de quedarme despierto y consciente como quien no hubiera pasado por una cirugía

La parte siguiente la sufrí un poco. Me llevaron a descansar  hacia un rincón junto a otras personas que habían terminado su cirugía. Lo que paso acá fue que la INCOMODIDAD E IMPOTENCIA ME MATARON. La sensación de estar incomodo y no poder moverse me dio unas ganas literales de llorar y pedir ayuda. Respiré hondo y trate de relajarme, sin éxito alguno.

Luego de sufrir alrededor de 20 minutos, por fin me llevaron a la habitación. En un principio me iba a ir a mi casa luego de la operación, pero como se había hecho tarde y la anestesia me impedía moverme, pase la noche ahí.

Sinceramente no tuve problema alguno una vez que desapareció la anestesia. No me dolió ABSOLUTAMENTE NADA en ningún momento. Un poco de incomodidad si, pero nada mas. Cuando fui a orinar tampoco sentí dolor, solo molestia y un poco de sangre en el ultimo chorro.

No pude dormir bien por el ruido y por el nerviosismo que aun tenia, pero eso no me fastidio, ya había terminado una de las peores partes, que era la operación.

Continuará...